domingo, 16 de diciembre de 2012

En «todos» y «los» están implícitos los dos géneros

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Consulta: ¿Será necesario decir todos y todas, los y las? Al señalar todos, ¿no nos estamos refiriendo a personas de ambos sexos? (Héctor Cedillo Encalada; Loja, Ecuador).

Respuesta: Desde el punto de vista gramatical, las palabras de género masculino que designan seres animados no se emplean únicamente para mencionar a las personas o animales del sexo masculino, sino que se aplican también para referirse al conjunto de individuos de la misma especie; por ejemplo, en «los ecuatorianos», «los estudiantes», «los profesores» y «todos» se incluye a hombres y mujeres. En «los perros» y «los gatos» se menciona a los machos y las hembras. Es decir, cuando los términos de género masculino tienen carácter colectivo o genérico incluyen a hombres y mujeres, machos y hembras.

Una de las leyes gramaticales de la lengua española establece la posibilidad de referirse a un colectivo mixto (hombres y mujeres) por medio del género gramatical masculino (los alumnos, los asistentes). 

Con la aplicación de esta norma, que no es de ninguna manera discriminatoria o sexista, se evita la redundancia en contextos en que es evidente la mención de ambos sexos y permite la concisión, claridad y belleza del lenguaje escrito y hablado. Además, se eluden problemas de sintaxis y de concordancia.

En determinados textos o alocuciones sí es necesaria la alusión de los dos géneros para evitar ambigüedades y hacer énfasis en que se necesita, por ejemplo, la presencia de los dos grupos: Se solicita que todos colaboren con el orden y aseo del plantel; por lo tanto, los alumnos y las alumnas deben participar en la minga de limpieza.

Mención de los dos géneros
«Los niños y las niñas», «ecuatorianos y ecuatorianas», «ciudadanos y ciudadanas», «alumnos y alumnas», «todos y todas» son frases que se emplean en el lenguaje político y también administrativo.

Los políticos prefieren el uso de los desdoblamientos de algunos sustantivos porque así hacen énfasis en el trato igualitario de hombres y mujeres; y, por ende, a lo que suele denominarse como comunicación no sexista.

El Género no marcado
La Nueva gramática de la lengua española (2009) indica que el masculino es en español el género no marcado, y el femenino, el marcado. Así, el género no marcado incluye a seres de ambos sexos; y el marcado, solamente a seres del sexo femenino. Por lo tanto, es innecesario el circunloquio que se hace al construir frases con sustantivos de persona que manifiesten los dos géneros (mis hijos y mis hijas), pues el género no marcado, reitero, incluye a los individuos de uno y otro sexo.

No obstante, por analogía con la frase de saludo «damas y caballeros» (empleo vocativo), la doble mención de géneros (señores y señoras, ministros y ministras) se puede percibir como señal de protocolo o cortesía. Con excepción de este uso vocativo, el circunloquio resulta artificioso.

Fuentes: Diccionario panhispánico de dudas y nueva gramática de la lengua española, de la real academia española y la asociación de academias de la lengua española.

Dibujo de: Stephen Gardner, tomada del blog SKETCH OF THE DAY
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador

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