jueves, 8 de agosto de 2013

Géneros y sexos

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
Academia Ecuatoriana de la Lengua
En la anterior entrega intentamos dejar en claro que en nuestra lengua (y en nuestra cultura), cuando hablamos del hombre, del profesor, del ciudadano, del niño, del adolescente, etc., etc., hablamos de todas esas personas como pertenecientes a una misma clase, a un mismo grupo de seres, sin distinción de sexos. Pero hay casos en que el desdoblamiento en masculinos y femeninos es correcta. Nos dicen al respecto los expertos en nuestro idioma: “La mención explícita del femenino se justifica solo cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y en las niñas de esa edad." Nos dicen también los expertos —y yo estoy de acuerdo con ellos— que “la actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas". ¿Cuáles serán esas razones extralingüísticas? No lo sé a ciencia cierta; pero puedo decir que algunas colegas muy comprometidascon ciertas corrientes feministas, defienden este extraño modo de proceder que, como bien dicen los expertos en nuestra lengua y en nuestra cultura, es ajeno y opuesto al principio de economía del lenguaje. Yo concretaría mi parecer, respaldado en la autoridad de los expertos, en que deben evitarse estas repeticiones que generan dificultades sintácticas y de concordancia y complican innecesariamente la redacción y la lectura de los textos. En la actual legislación ecuatoriana hay documentos donde se aplica este desdoblamiento: los textos resultan realmente pesados, reiterativos y necesariamente agobiantes. (En un mismo párrafo podemos leer, por ejemplo, algo parecido a esto: Los profesores y profesoras, investigadores e investigadoras, académicos y académicas …). Seamos sobrios y tersos (es decir, elegantes) en el buen uso de nuestra lengua.
Ilustración de: Denise Scaramai, tomada del blog umavagaideia
Texto tomado de: Gazapos y tropezones 
Quito, Ecuador

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Blog Widget by LinkWithin