sábado, 29 de noviembre de 2014

El plural de gay es gais, no gays

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
La palabra gay se originó del inglés que tiene su misma forma. Puede ser adjetivo o sustantivo. En el primer caso, significa ‘homosexual’ o ‘relativo a los homosexuales’; y en el segundo caso se usa con el sentido de ‘hombre homosexual’.
PRONUNCIACIÓN
En algunos países hispanohablantes está muy difundida la pronunciación inglesa [géi], pero en el idioma español se sugiere la articulación [gái] para que esta guarde consonancia con la escritura (gay).
PLURAL
La palabra gay está incorporada a nuestro léxico, por lo tanto, debe cumplir con las normas de la lengua española.
Se escribe con letra redonda y al formar el plural no se recomienda la grafía gays, pues las reglas del idioma castellano indican que aquellos sustantivos y adjetivos que se han incorporado recientemente al léxico y que terminan en -y precedidos de una vocal abierta forman el plural con -is (la -y cambia a -i porque tiene carácter vocálico). Ejemplos: gay, pl. gais; espray, pl. espráis.
¿Es correcta la frase «tengo entendido»?
No hay de qué preocuparse pues esa construcción es válida. El infinitivo tener funciona como auxiliar en combinación con el participio de un verbo transitivo. De esta manera, son correctas las formas «tengo entendido», «tengo oído», «tengo aprendido» y otras similares.
En todas esas frases el verbo tener imprime énfasis, y la idea se transmite en función del significado del participio. Por ejemplo, «según tengo entendido» equivale a «según he entendido o según entiendo»; «según tengo oído» no denota que se tiene activado el sentido que permite oír o que se tiene orejas, sino que indica que la persona en cuestión «ha oído» el asunto de que se trata; «según tengo aprendido» equivale a «según he aprendido».
Tener + participio también suele transmitir la idea de insistencia o repetición, así: «Le tengo recomendado que no hable con desconocidos» = ‘Le he recomendado varias veces...’.
Cuando la secuencia de tener + participio se construye con un complemento directo (CD), el participio debe concordar en género y número con el CD: «Todas las lecciones las tiene aprendidas». «Los consejos los tiene interiorizados». En estas construcciones, no es correcto que el participio quede fijo en género masculino y número singular: «Juan cree tener asegurado las contrataciones».
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas(2005) y Ortografía de la lengua española (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Dibujo de: Cláudia Salgueiro, tomada del blog Silêncios Abstractos 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com 

martes, 25 de noviembre de 2014

«Tutorizar» ingresó al Diccionario

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
En el DRAE, versión en línea, está registrado «tutorizar» con la etiqueta de artículo nuevo. Y se define como verbo transitivo con el sentido de ‘ejercer una tutoría sobre los alumnos de un curso o asignatura’: El profesor atiende a las características de cada alumno que tutoriza.
«Tutorizar» está conformado por el sustantivo tutor y el sufijo -izar. Como modelo de conjugación se puede tomar la del verbo autorizar. Así, diremos yo tutorizo, tú tutorizas, él tutoriza...
¿Y qué pasará con el verbo tutorear? No figura en el DRAE, pero está compuesto de manera apropiada: tiene como elementos el nombre tutor y el sufijo –ear, que forma verbos derivados de sustantivos o adjetivos: humear, tutear, tutorear. En consecuencia, a no ser que se medite en que ya existe en el léxico un verbo con igual sentido, no hay ningún justificativo que obste su empleo.
En el Diccionario también consta el verbo tutorar, que tiene la acepción de ‘poner tutores (cañas para mantener derecha una planta)’.
¿Es correcto iniciar un discurso con «ecuatorianos y ecuatorianas»?
«Ciudadanos y ciudadanas», «alumnos y alumnas», «ecuatorianos y ecuatorianas», «todos y todas» son frases que se emplean en el lenguaje político y también administrativo.
Los políticos prefieren el uso de los desdoblamientos de algunos sustantivos porque así hacen énfasis en el trato igualitario de hombres y mujeres; y, por ende, a lo que suele denominarse como comunicación no sexista.
EL GÉNERO NO MARCADO
La Nueva gramática de la lengua española (NGLE) indica que el masculino es en español el género no marcado, y el femenino, el marcado.
De esta manera, el género no marcado incluye a seres de ambos sexos; y el marcado, solamente a seres del sexo femenino. Por lo tanto, según la NGLE, es innecesario el circunloquio que se hace al construir frases con sustantivos de persona que manifiesten los dos géneros (mis hijos y mis hijas), pues el género no marcado, se reitera, incluye a los individuos de los dos grupos (masculino y femenino).
No obstante, por analogía con la frase de saludo «damas y caballeros» (empleo vocativo), la doble mención de géneros (señores y señoras, ministros y ministras, ecuatorianos y ecuatorianas) se puede percibir como señal de protocolo o cortesía. (Este último segmento se desarrolló a partir de La esquina del idioma del 11 de septiembre del 2011).
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas(2005) y Nueva gramática de la lengua española (2009), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Dibujo de: martin etienne, tomada del blog 
jours chômés 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com

sábado, 22 de noviembre de 2014

¿La palabra índole se puede usar en plural?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
«Índole» procede del latín indoles. Se usa para referirse a la condición e inclinación natural de las personas. También se emplea para indicar la naturaleza o propiedad de las cosas.
Por su característica de sustantivo se puede usar en plural o en singular. Así que gramaticalmente no hay ninguna razón que esté en contra del empleo de ese plural.
No obstante, como la palabra «índole» se relaciona con un conjunto de peculiaridades, cuando se dice, por ejemplo, «problemas de índole personal», sin necesidad de usar el plural, se capta que el individuo en cuestión tiene una serie de inconvenientes en su ámbito familiar o en los círculos cercanos a él. De la misma manera, cuando se indica que los «problemas son de índole económica», se percibe que la persona de que se trata tiene muchas dificultades asociadas con el dinero.
Es siempre femenino: no se dirá, por ejemplo, «asuntos de índole político» o «asuntos de índole económico», sino «asuntos de índole política» y «asuntos de índole económica», pues «político» y «económico» deben concordar con «índole» y no con el género gramatical de «asuntos».
¿Desvarío o disvarío?
Es «desvarío», con e, y no «disvarío» con i. «Desvarío» se originó de desvariar (delirar, decir locuras) y esta a su vez surgió de varío (alterar, mudar).
A partir de su etimología se capta que desvarío se usa para referirse a un hecho o expresión que se aparta de lo normal. De ahí que equivale a quimera, delirio, barbaridad, disparate o despropósito.
Rumorar y rumorear
Los dos vocablos se usan con el sentido de ‘difundirse un rumor o un asunto que no procede de fuentes fidedignas’. Tienen uso intransitivo, pronominal y transitivo: El pueblo rumoraba o rumoreaba en la plaza. Se rumoraba o rumoreaba que el sueldo básico se iba a incrementar. No rumorees o rumores ante tus hijos, háblales siempre con la verdad.
«Rumorear» también denota que algo suena de manera vaga, confusa y continuada: En la iglesia se confundía el rumorear de los rezos con el cántico de las monjas. Las olas rumoreaban al estrellarse contra las rocas.
Nombres de la r y la z
En la última Ortografía de la lengua española se indica que no se consideran aceptables los nombres alternativos para la r y para la z, que dependiendo de la región suelen presentarse como erre, ceta, ceda y zeda. Se puntualiza que en la actualidad los únicos nombres válidos para estas letras son, respectivamente, erre y zeta.
FUENTES: Diccionario de la lengua española (2001) y Diccionario panhispánico de dudas (2005), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
 
Dibujo de: martin etienne, tomada del blog 
jours chômés 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com

martes, 18 de noviembre de 2014

Alias, seudónimos e hipocorísticos

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
El nombre «alias» significa ‘apodo’, ‘mote’ o ‘que reemplaza al nombre’. Los alias se crean a partir de una o varias características físicas o morales de las personas a las que aluden.
Suelen emplearse en el ámbito policial para referirse al apodo o sobrenombre de aquellas personas que delinquen. Aunque se registra con frecuencia en este ámbito, no es exclusivo de él, pues también se usan en otros grupos. De ahí que es normal decir, p. ej., Simón Bolívar, alias el Libertador (por su participación en la historia de América). María Elena, alias la Ricitos (por tener el cabello rizado).
Ortografía
En el párrafo que antecede, nótese que antes de la voz alias va una coma; también obsérvese que el artículo que introduce el apodo se escribe en minúscula y la denominación del alias va con mayúscula inicial.
La palabra alias se abrevia con una a entre paréntesis: N. N., (a) el Siete Vidas. Asimismo se puede omitir el nombre alias: Simón Bolívar, el Libertador. Carlos Alberto, el Científico. N. N., el Manos de Seda.
Cuando se usa el apodo sin el artículo y entre el nombre de pila y el apellido, es necesario aplicar algún resalte tipográfico como cursivas o comillas para que el alias no se confunda con los otros elementos del nombre: Pedro «Gato» Rodríguez fundará un instituto en favor del mundo animal.
Seudónimos e hipocorísticos
Los seudónimos son nombres que usan los escritores, artistas y periodistas, en vez del nombre verdadero. Los hipocorísticos son acortamientos, adjetivos o diminutivos que se usan de manera coloquial, infantil, cariñosa o eufemística para dirigirse a familiares, amigos y demás personas.
Ejemplos: Pájaro es el seudónimo de Francisco Febres Cordero, autor del libro Soy el que pude. Al cantante español Camilo Blanes Cortés se lo conoce más por el seudónimo Camilo Sesto. Pepe Lucho es el hipocorístico de José Luis; Charo o Charito, de Rosario; Goyo, de Gregorio.
También se construyen hipocorísticos con nombres comunes (Martínez de Sousa, 2003: 428-429); así, ma, peque y chiqui son los acortamientos o hipocorísticos de mamá, pequeño y chiquillo (también chiquilín, chiquito).
Obsérvese que los seudónimos son nombres propios; por lo tanto, van con mayúscula inicial. Percátese también de que los hipocorísticos pueden ser sustantivos propios o comunes. En estos últimos, la escritura es con letra normal y no necesitan ningún resalte tipográfico, como comillas dobles o simples. Para los seudónimos se recomienda la escritura con letra cursiva, cuando estos se ubican entre el nombre de pila y el apellido.
Esta columna se reprodujo del libro La esquina del idioma (2011), de Piedad Villavicencio Bellolio. Colección del Español Urgente. Editorial: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Pintura de: Omar Jaramillo, tomada del blog omar-paint
  

Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com                                                                 

domingo, 16 de noviembre de 2014

Bótox, impasse y serendipia constarán en la nueva edición del Diccionario

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
La vigésimo tercera edición del Diccionario se cerró el mes anterior y su publicación está programada para octubre de este año, fecha en que culminan las celebraciones por los 300 años de fundación de la Real Academia Española.
Según la agencia Efe, en esta nueva versión del Diccionario se incorporarán cerca de 200.000 acepciones, entre las que constarán 19.000 americanismos y alrededor de 8.000 artículos nuevos.
Entre los vocablos que se incluirán constan «mileurista», que se refiere a una persona que gana alrededor de 1.000 euros mensuales; «multiculturalidad», que es la coexistencia de personas de diferentes culturas en un mismo país; «pilates», un sistema de ejercicios que prioriza la fuerza muscular y el control mental; «bótox», fármaco que se emplea como cosmético para eliminar arrugas y líneas de expresión; «impasse», que denota que un asunto está estancado o es de difícil solución; «feminicidio», que se refiere al asesinato de mujeres (no se recogió «femicidio»); «serendipia», que es un hallazgo afortunado que se produce cuando se está buscando otra cosa. Como diríamos en el Ecuador, «serendipia» equivale a «de chiripa», «de chiripazo» o «de carambola». Otros términos que se registrarán en esta edición serán «tuit», «tuitear» y «red social», que se definen por sí solos.
Usos y significados de maniqueísmo
El sustantivo maniqueísmo se emplea para referirse a una antigua religión o secta que tomó el nombre de su fundador, un persa y pensador del siglo III, llamado Mani o Manes.
A partir del DRAE, el maniqueísmo es la secta de los maniqueos y, en tono peyorativo, es también la tendencia a interpretar la realidad sobre la base de una valoración dicotómica. Dicotómico se refiere a la dicotomía, que denota una contundente división en dos partes.
Este término suele usarse en la actualidad en diferentes ámbitos, como el político y el filosófico, cuando se considera una verdad de manera radical, a partir de dos aristas: bueno o malo, sin escalas intermedias.
Plywood y play wood
La escritura inglesa es plywood y por ser palabra extranjera se recomienda que se escriba en cursiva o entre comillas. En el Diccionario de americanismos se registra en dos palabras: play wood.
Se usan en contextos que se refieren a maderas contrachapadas o prensadas (varias capas finas de madera encolada).
Estas dos formas suelen emplearse en América, pero tiene más acogida la grafía inglesa: plywood.
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario de americanismos (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española;24 horas, el diario sin límites (www.24-horas.mx); El País (www.elpais.com/); El Mundo (www.elmundo.es/).
Pintura de: Omar Jaramillo, tomada del blog omar-paint
 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
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