lunes, 27 de abril de 2015

¡Qué desparpajo tiene usted!

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Ni se le ocurra pensar que estoy lanzando una grosería, pues, dependiendo de la región en que se use, la palabra «desparpajo» puede transmitir diversos sentidos.
Decir «¡qué desparpajo tiene usted!» denota que la persona en cuestión es desenvuelta en su hablar y en sus acciones. Esto en el uso común. Pero la frase aludida también significa que la persona de que se trata es atrevida, cínica, descarada o insolente en sus comentarios y en su proceder. Precisamente, con este último matiz se emplea en el Ecuador.
Asimismo en algunos países como Perú, Cuba y República Dominicana, «desparpajo» equivale a desbarajuste, caos o tumulto; y en Honduras se emplea para referirse a un movimiento desorganizado de personas o de animales.
En Cuba y Puerto Rico suele usarse con el sentido de ‘salpafuera’, que, según el Diccionario de americanismos, es una ‘rebambaramba’; es decir, una situación en la que imperan el desorden y la confusión.
Por lo tanto, si en el Ecuador le dicen que usted tiene mucho desparpajo, no sonría pues le están profiriendo algo desagradable. Pero si escucha esa misma expresión en otro país, por ejemplo, en Colombia, con seguridad están indicando que usted es una persona que tiene naturalidad al conversar y al actuar. (F)
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2014) y Diccionario de americanismos (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española
Pintura de: Vladimir Volegov, 
tomada del Facebook 
Vladimir Volegov
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador

domingo, 19 de abril de 2015

No nos confundamos: una lagartija no es lo mismo que una salamanqueja

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Para referirse a estos pequeños saurios o reptiles suelen usarse de manera indistinta los dos nombres, por eso es importante que conozcamos sus diferencias. El razonamiento que sigue se fundamenta en el plano semántico, que es lo que nos corresponde tratar en este rincón del idioma.
De acuerdo. Tomando como referencia el Diccionario de la lengua española (DLE), una lagartija es una especie de lagarto que tiene unos dos decímetros de largo. Es decir, puede llegar a medir unos veinte centímetros. Es de color pardo (similar al de la tierra), tiene una mezcla entre rojo y verde por encima y blanco por debajo. Es de cuerpo delgado, lo que le ayuda a escurrirse con facilidad. Se alimenta de insectos y se esconde y vive entre escombros o en rendijas. Otro nombre que se le da a la lagartija es el de salamanquina, usado en Chile y Cuba.
Muy bien. Ahora hablemos de la salamanquesa, que también se conoce como salamanqueja. Este saurio tiene color cenizo y aproximadamente mide ocho centímetros de largo. Vive en las grietas de las paredes o debajo de las piedras y troncos. Así como la lagartija, también se alimenta de insectos.
Según el Diccionario enciclopédico Vox, la salamanquesa se parece a la lagartija pero la primera tiene el cuerpo más ancho y cubierto de tubérculos (protuberancias).
Las salamanquesas son animales más nocturnos que diurnos, a diferencia de las lagartijas que suelen preferir el sol o los ambientes cálidos.
Salamanquesa también equivale a limpiacasa, nombre que consta en el Diccionario de americanismos con el sentido de ‘pequeño reptil de hábitos nocturnos que se alimenta de insectos vivos’. Usado en Panamá. (F)
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2014) y Diccionario de americanismos (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española;Diccionario enciclopédico Vox (1995), de Biblograf.
Dibujo de: Stephen Gardner, tomada del blog SKETCH OF THE DAY
  
  
Texto tomado de: La Esquina del Idioma 

jueves, 2 de abril de 2015

Semana Santa, Semana Mayor y Semana Grande van con mayúsculas

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Y ya que hoy empieza la Semana Grande o Semana Mayor, también conocida como Semana Santa, es importante que sepamos que estas expresiones se escriben con mayúscula inicial en sus dos componentes. Esto es así porque se refieren a un periodo litúrgico o religioso, y las normas ortográficas encasillan estos sustantivos como nombres de festividades.
Según el Diccionario de la lengua española (DLE), la Semana Grande, Semana Mayor o Semana Santa es la última semana de la Cuaresma, desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección.
También es sustancial que tengamos claro que la expresión Cuaresma y los nombres Domingo de Ramos y Domingo de Resurrección se escriben con mayúsculas iniciales, porque, asimismo, son denominaciones de festividades.
La palabra «cuaresma» proviene del latín quadragesima dies, que se refiere al día número cuarenta, pero en números ordinales; es decir, «día cuadragésimo».
Con el sustento del DLE, recordemos que, en algunas iglesias cristianas, la Cuaresma es el tiempo de culto de preparación de la Pascua de Resurrección, desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo, y que se caracteriza por ser un lapso de penitencia.
Ahora veamos el origen de la palabra «pascua». En el ámbito de la religión católica o de otras religiones cristianas, la Pascua es la fiesta en que se celebra la resurrección de Jesucristo, que en el cristianismo es el hijo de Dios.
Según el Diccionario etimológico de Joan Corominas, «pascua» se originó del latín pascha, que procede del hebreo pesach y se refiere a ‘paso o tránsito’. En castellano el vocablo se alteró por influjo del latín pascua, cuyo plural es pascuum, que significa ‘lugar de pastos o alimento de los animales’, confusión sugerida, indica Corominas, por la terminación de los ayunos en la Pascua. (F)
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2014) y Ortografía de la lengua española(2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; Breve diccionario etimológico de la lengua castellana (1961), de Joan Corominas.
Dibujo de: Stephen Gardner, tomada del blog SKETCH OF THE DAY
 
 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma 
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